Llevamos más de 40 años trabajando en el mundo de la cooperación y somos testigos de la influencia positiva de la educación a todos los niveles y sobre todo en la infancia.
La educación en la infancia significa pasar de una perspectiva de vida de extrema pobreza a una vida con dignidad y derechos. Seguimos impulsando este proyecto ya que entendemos que es una buena fórmula para que niños/as vulnerables tengan la oportunidad de desarrollar sus capacidades y puedan mirar al futuro con esperanza, además de poder cubrir sus necesidades alimentarias y sanitarias.
Este es un gran reto que hemos asumido en Behar Bidasoa y en el que nos sentimos acompañados por el apoyo continuado de padrinos/madrinas. Sin ellos no sería posible llevarlo a buen término.
Por otra parte, hay varios grupos de jóvenes de Oiartzun de entre 15 y 17 años que han llevado a cabo por tercer año consecutivo distintas iniciativas para apadrinar a niñas de Tanzania (Kamelot).
El grupo inicial ha pensado en una manera distinta de conseguir ayudas y han decidido hacer bolsos de tela, con diferentes imágenes y con el dinero obtenido han podido seguir con los apadrinamientos y colaborar con el proyecto del Hogar de Acogida para chicas de Filipinas. June, Lidia, Laiene, Malen y Alazne están muy comprometidas con su objetivo y nosotros queremos desde aquí felicitarlas por su iniciativa.
Actualmente hay 552 apadrinados y distribuidos en los siguientes países:
RWANDA | 24 |
TANZANIA | 151 |
BOLIVIA | 10 |
BRASIL | 18 |
COLOMBIA | 105 |
CONGO | 88 |
CUBA | 71 |
ECUADOR | 10 |
FILIPINAS | 6 |
KENYA | 1 |
NIGERIA | 15 |
PARAGUAY | 53 |
Desde el Hogar de Acogida «Maria Goretti» de Filipinas nos llega el siguiente testimonio:
«A partir de 2014 hemos realizado algunos cambios en nuestros programas de niñas. En la actualidad, la mayor parte de las niñas acogidas han sido objeto de acoso sexual por miembros de su familia. Por ello se presta más atención a la rehabilitación de los efectos traumáticos en cada una de ellas. En el primer año de ingreso, no van a la escuela fuera de la institución, sino que están inscritas en el sistema de aprendizaje alternativo ofrecido por el Gobierno. Es un tipo de educación que se brinda a las niñas priorizando la psicoterapia y otras actividades terapéuticas. Sus profesores acuden a la institución para hacer el seguimiento. Después de 10 meses de estudio hacen un examen para poder ser admitidas en el siguiente nivel. El año pasado todas las niñas pasaron el examen.»
Por otra parte, Milagros Sanz, nuestra representante en Kabuga (Rwanda) nos dice que la situación personal de las niñas/os que son atendidos es realmente difícil, y esta realidad ocasiona serias dificultades tanto en su rendimiento escolar como en su comportamiento. La mayoría son huérfanas/os y viven con las familias de acogida pero adolecen de falta de atención y de cariño. Desde su nacimiento han pasado por vivencias muy penosas que han marcado muy profundamente su carácter, lo que deriva en situaciones personales de descontento y de inadaptación. No se puede olvidar que para que una persona crezca en todos los sentidos, tiene que tener el sentimiento de ser amado. Ahí está una de las claves de los traumas que afectan a algunos de estos niños y niñas.
Sin embargo hay otros/as que tienen una capacidad de resiliencia enorme y son capaces de superar las dificultades y centrarse en sus estudios, obteniendo muy buenos resultados. Estos testimonios son muy significativos y nos dan una idea de lo que supone para estos niños/as el contar con padrinos/madrinas que colaboren en que su vida presente y futura sea más digna.
BECAS
Es un proyecto de gran importancia para Behar Bidasoa. Es un proyecto que tiene la posibilidad de transformar vidas, mejorando las condiciones vivenciales de las/los jóvenes estudiantes porque el conocimiento trae consigo empoderamiento y libera.
En el año 2018 han sido 56 los alumnos becados, es decir, 56 jóvenes a los que se les ha dado la oportunidad de continuar con sus estudios. Por otra parte, seguimos incidiendo en la promoción socioeducativa de la mujer, es decir, propiciamos su participación activa en este programa con el objetivo de ir paliando la discriminación que todavía sigue padeciendo y que es necesario erradicar.
Para poder llevar a cabo este proyecto se ha contado con la subvención de la Fundación Mamoré (6.000€) y Zaisa (4.500€), así como donaciones de particulares
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